Por un acceso al agua
sostenible
e inclusivo.

Los involucrados en la gestión del agua son liderazgos comunitarios; gobierno (instancias públicas que ejercen la rectoría, la regulación y el control del recurso hídrico y de los servicios de agua y saneamiento, gobiernos locales); academia y centros de investigación e innovación; Mesas del Agua y comités impulsores; empresas con programas de responsabilidad hídrica y social; gremios empresariales; agencias de cooperación; entidades financieras que invierten en proyectos de agua y saneamiento; organizaciones de la sociedad civil.

Al 2030 se ha logrado la universalización del acceso sostenible al agua y al saneamiento para todos en un contexto de cambio climático.

• Se generaron espacios de diálogo multisectorial con la participación de liderazgos comunitarios.
• Se fortalecieron capacidades de actores comunitarios y del sector público para mejorar la gestión del recurso hídrico.
• Se promovió la asociatividad entre las OCSAS.
• Se dio impulso a sistemas de información sobre la gestión del agua para sustentar la toma de decisiones.
• Se cerró la brecha de acceso a innovaciones tecnológicas por parte de los actores más vulnerables.
• Se protegen los ecosistemas de alta importancia hídrica.

Se impulsaron innovaciones sociales como las mesas de agua y otros espacios de diálogo multi-sectoriales con participación comunitaria fortalecida; se desarrollaron sistemas de información del sector; se avanzaron pilotos de tecnologías que resuelven problemas del acceso al agua en comunidades vulnerables.

Se implementaron innovaciones en negocios para que el sector privado invierta en la restauración de ecosistemas de alta importancia hídrica, en cerrar la brecha de acceso al agua y saneamiento de comunidades vulnerables, en fortalecer las OCSAS como empresas sociales y en lograr que asociaciones de OCSAS desarrollen empresas sociales para mejorar la sostenibilidad de sus miembros.

Se fortalecieron las capacidades de actores comunitarios organizados en temas de incidencia para que formen parte de la discusión, análisis y propuestas de proyectos de ley, normas y políticas públicas relacionados con la gestión del agua.
Se impulsó la participación e inversión del sector privado en la recuperación y protección de fuentes de agua, así como en el acceso al agua y saneamiento
en poblaciones vulnerables.
Se avanzaron procesos de incidencia para que gobiernos y cooperantes inviertan lo suficiente en asegurar la sostenibilidad de la gestión del agua, especialmente en comunidades vulnerables.