La búsqueda de una vacuna

A medida que los países latinoamericanos han empezado a suavizar las medidas de restricción, la posibilidad de una segunda ola de infección exige políticas de control estrictas y racionales para minimizar las fatalidades. Una parte de las esperanzas de la población para retornar a la normalidad se centran en el desarrollo de una vacuna que provea inmunidad, pues a pesar de que una vacuna típica tarda años en ser desarrollada, las que están siendo diseñadas para esta pandemia avanzan a un ritmo nunca antes visto. No obstante, tanto para la comunidad científica, como para los funcionarios de salud pública, decidir cuándo una vacuna estará lista para su lanzamiento masivo al público es un acto de equilibrio delicado. 

En la actualidad, hay más de 150 vacunas en desarrollo alrededor del mundo, y son cuatro estrategias principales las utilizadas para provocar una respuesta inmune frente al COVID-19: (i) primero, usando un virus debilitado o inactivado; (ii) segundo, utilizando vectores virales replicantes o no replicantes, para producir proteínas virales dentro del cuerpo; (iii) tercero, usando vacunas a base de ácido nucleico, ya sea de ARN o ADN, para hacer copias de la proteína de pico viral utilizando maquinaria del huésped; (iv) en cuarto lugar, el uso de vacunas a base de proteínas para inyectar fragmentos de proteínas virales o partículas similares a virus dentro del cuerpo. La mayoría de las vacunas están diseñadas para dirigirse a la proteína de pico viral, ya que es el principal inductor de anticuerpos neutralizantes. La Tabla 1 resume las principales vacunas que están en ensayo clínico. 

Tabla 1 Principales candidatos a la vacuna COVID-19 en ensayo clínico 

Mientras el mundo sigue en búsqueda de la vacuna, se recomienda que los países no descuiden el uso de las herramientas de diagnóstico, tratamiento y control desarrolladas para la contención de la enfermedad. Los trabajadores de la salud deben recibir apoyo con suministros y mantenerse actualizados con los últimos conocimientos, y los ciudadanos deben desempeñar su papel para mantener las pautas básicas. A nivel gubernamental, es de suma importancia facilitar más pruebas y rastreo de contactos, proporcionar la publicación oportuna de información sobre la epidemia, permitir un diagnóstico temprano y brindar tratamientos de apoyo a los pacientes.