América Latina fortalece su conexión con el Fondo Verde para el Clima
La reacreditación de Fundación Avina en el Fondo Verde del Clima, anunciada este 13 de julio de 2023 en el marco de la 36 Reunión de la Junta Directiva de dicho fondo en Incheon, República de Corea, amplia las posibilidades para la acción climática en la región. La Fundación ha sido una de las 4 entidades re-acreditadas al fondo, siendo la única sin fines de lucro. A partir de esta renovación, Avina espera movilizar fondos climáticos para la región, así como apoyar a qué otras organizaciones puedan hacerlo también.
Incheon, República de Corea, 13 de julio de 2023 – La 36 Reunión de la Junta Directiva del Fondo Verde para el Clima (GCF por sus siglas en inglés – Green Climate Fund) aprobó su nuevo plan estratégico y la inversión de 756 millones de dólares en nuevos proyectos climáticos. Además, aprobó la acreditación de 4 y la reacreditación de otras 4 entidades, entre ellas Fundación Avina – la única entidad no-gubernamental y sin fines de lucro. La acreditación reconoce altos estándares fiduciarios y de impacto climático, y abre las puertas para que Avina presente y gestione proyectos de donación de hasta USD10 millones.
De esta manera, el Fondo Verde del Clima suma un total de 118 entidades acreditadas a nivel mundial, de las cuales 6 son entidades de acceso directo regionales con impacto enfocado en América Latina y el Caribe. En la actualidad, la región recibe 26% del financiamiento del GCF, distribuidos en 58 proyectos, de los cuales 12 son con otras regiones y muchos son fondos reembolsables.
A partir de esta reacreditación, Fundación Avina espera movilizar proyectos que direccionen fondos climáticos para los territorios más vulnerables a los impactos del cambio climático, generando condiciones para que las poblaciones locales sean protagonistas de la mitigación y adaptación a la crisis climática. En esta línea, Avina está elaborando un proyecto de resiliencia para el archipiélago del Marajo, en la Amazonia brasilera. El proyecto propone escalar sistemas agroforestales diversificados entre pequeños productores y quilombolas de la zona. En caso de ser aprobado generará un caso inspirador de transición climática inclusiva.
Iniciativas como esta son emblemáticas. Esto debido a que los fondos para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y adaptar a los impactos del cambio climático que existen actualmente no logran llegar a las comunidades afectadas – las estimaciones son de que solo 10% del financiamiento climático global llega a nivel local (IIED). Algunas de las barreras percibidas son administrativas y tienen que ver con requisitos fiduciarios que tiene que sortear las organizaciones, mientras otras son técnicas y refieren a la capacidad para elaborar proyectos que atiendan a los estándares de financiadores, según proceso consultivo realizado por Avina el 2022. El GCF es uno de los principales fondos de la Convención Marco de Naciones Unidas frente al Cambio Climático, y cómo tal puede ser un mecanismo clave para movilizar recursos hacia una transición rápida, ambiciosa y con justicia climática.
La participación de organizaciones como entidad acreditada permite participar desde adentro del sistema de financiamiento, en el que Fundación Avina espera aportar una mayor presencia a temas de equidad, inclusión y justicia.
“Nuestro compromiso como organización por la lucha contra el cambio climático requiere buscar los mecanismos financieros y no financieros que nos permitan llegar a los más vulnerables con soluciones que alivien el impacto del clima en sus vidas y sistemas de producción y conservación”, indicó Gabriel Baracatt, Director Ejecutivo de Fundación Avina.
“Por ello estar acreditados ante el Fondo Verde constituye una alternativa viable y ojalá cada vez más expedita para contribuir con soluciones reales y concretas”, indicó.
Para Paula Ellinger, directora de Acción Climática de Fundación Avina, “el financiamiento climático internacional puede ser un gran aliado para generar cambios sistémicos hacia la resiliencia climática y descarbonización, aportando fondos estratégicos que cambien la dirección de desarrollo. Sin embargo, pero para que eso no amplie desigualdades, es fundamental priorizar el liderazgo de actores locales en el desarrollo de soluciones”.