Es ahora: Fundación Avina se suma a la Declaración de Emergencia Climática.

Las alarmas están sonando más fuerte que nunca. La ciencia no deja lugar a dudas: el clima ya ha cambiado y ese cambio amenaza con agudizarse y llevar nuestras sociedades al colapso. Pero, lejos de frenarse, en los últimos años la crisis se ha agudizado. Al 2019, la temperatura media global ha aumentado en casi un grado centígrado respecto del período preindustrial y sigue en aumento. Este año, ya consumimos los recursos naturales equivalentes a 1.75 planetas y desde el 29 de julio entramos en déficit ecológico, según cálculos de Global Footprint Network. Global Forest Watch informó que en el 2018 América Latina perdió 2 millones de hectáreas de bosques por deforestación, con su consecuente pérdida de capacidad para capturar carbono.

La causa somos nosotras y nosotros mismos, con las decisiones que tomamos personas e instituciones públicas y privadas que nos llevan a seguir sosteniendo un modelo de producción y consumo insostenible, que no respeta los ritmos, las capacidades y los procesos de la naturaleza. Y las consecuencias, a su vez, las estamos sufriendo todas y todos.

Llegó el tiempo de transformar radicalmente nuestro modo de vida.

Si actuamos ahora y con base en la ciencia, podremos evitar el colapso.

Desde Fundación Avina, hemos decidido alinearnos con la necesidad urgente de actuar ahora. En consecuencia, declaramos el estado de emergencia climática: esto significa que asumimos el compromiso de reducir nuestras emisiones y de promover acciones urgentes en todos los niveles de la sociedad para evitar los efectos catastróficos del calentamiento global. Con ello nos sumamos a la iniciativa del Secretario General de Naciones Unidas, el Papa Francisco, más de 15 Estados nacionales y las centenas de instituciones y ciudades que lo han hecho ya. También manifestamos el apoyo institucional de Fundación Avina al Paro Global por el Clima, iniciativa inspirada por las y los jóvenes de Fridays for Future.

Para Avina, esto implica:

  • Realizar acciones para compensar la totalidad de las emisiones en nuestra operación de 2020 en la búsqueda de la carbono neutralidad y a partir de 2021 tener un balance positivo de compensaciones.
  • Orientar todos nuestros programas para la búsqueda de impactos transformacionales en mitigación y adaptación al cambio climático en todos los países en los que operamos.
  • Alzar la voz e invitar a otras instituciones a incrementar sus acciones por el clima. En esta línea, invitamos a todas y todos a sumarse la campaña #6D, que busca generar una cadena global de acciones climáticas durante la COP25.

Es tiempo de tomar acciones que estén a la altura de ­­la magnitud del problema. De transformar nuestras prácticas e innovarlas.

Es tiempo de ser protagonistas de una nueva historia.